La primera edición de Residência Quintal Aberto fue planificada por el sector Educativo del Museu da Casa Brasileira, en 2018. Propusimos un anuncio público abierto, buscando una diversidad de miradas y enfoques que involucraran la relación entre el patio, la casa y su vocación. , con el objetivo principal de activarlos como espacio de experimentación e investigación.
Estos patios traseros a los que accede la memoria de las personas es, por momentos, un patio trasero utópico, que aún existe, más dentro de nosotros que fuera. Aunque los espacios verdes del Museo pueden ser un patio trasero, las narrativas muestran que este concepto es más amplio. ¿Es el patio trasero una estructura urbana en franca extinción? ¿A dónde irán los pequeños jardines, las historias contadas bajo los árboles, los baños de lavabo, las canciones circulares, los juegos imaginarios? El patio trasero es, ante todo, un espacio de resistencia. Primero, de derecha a mirar hacia arriba y ver el cielo, a recibir sol tendido en una silla. Un espacio que mezcla lo privado, el ambiente íntimo del hogar, lavando los caramelos, los cubos, la ropa. La protección de las plantas sagradas y energéticas, para las medicinas cotidianas que curan el cuerpo y el espíritu, de los rosales que podan al final del invierno. Sin embargo, también es un territorio de ámbito colectivo, donde se realizan fiestas y almuerzos familiares, donde los visitantes miran correr a los perros y los niños jugar, donde hay un círculo de canto, un círculo de santos. Donde hay espacio para la meditación, la lectura de un libro, la contemplación de las enredaderas que se adhieren a las paredes.
Recibimos 35 propuestas de diferentes idiomas. Los proyectos fueron sometidos a una lectura minuciosa, considerando algunos criterios que debían cumplirse como: claridad, coherencia, viabilidad, apertura al trabajo y permear otros proyectos, relacionados con la vocación del Museo, y que quizás no se daría en ningún otro lugar que no fuera en el patio trasero de la casa.
Los participantes seleccionados fueron Coletivo Potatas Jardineiras (Maria Eudóxia Pilotto de Carvalho; Mariana de Toledo Marchesi y Roberta Moraes Curan) con la propuesta Tejiendo relaciones en el patio del museo: compostaje y huerta; Julia Paranaguá, con el proyecto Ler patios traseros como alguien que tiñe recuerdos; y Marla Fernanda dos Santos Rodrigues, con Quintal: convivencia, recuerdos y conocimiento.
Todo el trabajo desarrollado por los vecinos repercutió en las tecnologías utilizadas por los docentes en sus actividades, que se centran en la experiencia, en la activación de los recuerdos y en el campo poético de los visitantes. De esta manera, su trabajo también se apropió de nuestros contactos a través de la acera, ojo a ojo, conversación.
Trabajamos en la activación de los patios traseros que lleva consigo el público del Museo, ya sea real o imaginario. Además de los colectivos que el Museo recibe directamente, el trabajo de los vecinos incluyó actividades con los transeúntes en la calle y también con el público que frecuenta el Museo. Durante el proceso de seguimiento a los pobladores, producimos textos, mapas cartográficos e imágenes, ahora sistematizados en este documento, disponibles para consulta pública. Este proyecto se llevó a cabo bajo la dirección de los educadores Guilherme Raniere y Flavia Mielnik.
Consulte el PDF sobre la residencia.
En 2019, el proyecto de la Residencia Quintal Aberto recibió la presencia inspiradora de Peter Webb, quien aportó sus conocimientos para cuidar los árboles del jardín que se encontraban en grave estado de salud y estaban amenazados con ser eliminados del jardín. Su sugerencia para que se recuperaran fue que comenzaran, junto con las educativas, cirugías en estos árboles centenarios. El proceso también se amplió para cuidar el huerto y plantar hierbas para el té.
En palabras de Peter: “Mucha gente urbana ve los árboles solo como una decoración, pero muchos árboles que sobreviven a los avances del mundo moderno son fuentes de recuerdos e historias históricas. La historia puede verse como una narrativa de diferentes contextos, formando un paisaje del pasado, presente y futuro.
La colección de árboles en el jardín del Museu da Casa Brasileira es única. Con el paso de los años, con el desarrollo del área urbana en la región de la Avenida Faria Lima, se eliminaron muchos árboles grandes.
El arte de la Cirugía de Árboles es casi desconocido en Brasil, y aún menos practicado. La vejez, los traumatismos de varios tipos y las enfermedades de los árboles pueden tratarse de la misma manera que los médicos y dentistas tratan a las personas por enfermedades degenerativas. En lugar de sacrificar árboles históricos, pueden ser tratados con cuidado, sin venenos, para tener una vida digna y duradera dentro de la historia de las sociedades ”.
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